El Cine en los Mundiales (XII): España 1982

LA NARANJA MANUAL. El Mundial llegó a España, pero el cine español prefirió ignorarlo. Por completo. Ni siquiera un mínimo homenaje a Naranjito (al que por cierto sí pudimos ver en una portentosa serie de animación: Fútbol en acción, una gozada para los babyfutboleros de entonces) ni a las medias blancas de Arkonada. Una gran oportunidad perdida. Aunque el fútbol español le dio motivos para ser ignorado y quizá haya sido mejor olvidar lo que ocurrió, con nuestra selección eliminada en la segunda fase (4 grupos de tres equipos con los dos clasificados por grupo de la 1ª fase, un sistema horrible, es cierto), con un juego vulgar y nada ilusionante. Mejor así.

EL ECO DE ANTONIN. Si bien el cine español no ha dado relevancia a su mascota, hemos encontrado su rastro en una película eslovaca, La profesora [ver aquí] (Jan Hrebejk, 2017), concretamente en el cuarto de un estudiante de instituto en los últimos años del régimen socialista. Allí, en un afiche en la pared, luce Naranjito junto a otra imagen de la Euro 76 de gran recuerdo para Checoslovaquia, que ganó a Alemania en la tanda de penaltis con el definitivo tanto de Antonin Panenka. Los ecos de aquel penalti todavía se escuchaban en los partidos de la selección checoslovaca en el Mundial'82, pero cayeron eliminados en primera ronda, en el grupo de Francia, Inglaterra y Kuwait.

HOOLIGANS. Los que no olvidarán su viaje a España para seguir a su selección, la inglesa, son los protagonistas de Arrivederci Millwall (1991, Charles McDougall). Un grupo de hooligans ingleses llegan a Bilbao para seguir a su selección en la fase previa del Mundial. Pero acabarán peor que su selección, que no llegó a semifinales, pero se fue imbatida, dio una buena impresión al principio venciendo todos los partidos (3-1 a Francia, 2-0 a Checoslovaquia, 1-0 a Kuwait) y empató a cero con Alemania y España en cuartos de final. Los peligrosos ultras acabarán matando a un compañero y conociendo los calabozos. El espectáculo dantesco de los hooligans, que empezaban a propagarse por el mundo, no tenía nada que ver con el espectáculo futbolístico que dieron Francia y Alemania en la semifinal de Sevilla y cuyo recuerdo quedó recogido en 2002 por un documental rodado en cámara Betacam Digital, por Emilio Maillé. En Un 8 de julliet a Seville,los jugadores franceses regresan al Sánchez Pizjuán veinte años después para recordar aquel encuentro inolvidable en el que se clasificó Alemania a los penaltis tras un empate a 3 en una prórroga, que empezó 1-1. La Francia de Platini contra la Alemania de Rummenigge. Un partido agónico digno del mejor suspense cinematográfico.

SARRIÀ FOREVER. Para espectáculo, claro está, el de Brasil, con un equipo de nuevo amigo del jogo bonito y que quedó eliminado en un inolvidable grupo de cuartos de final (junto con Italia y Argentina) disputado en el desaparecido estadio de Sarrià (¿Para cuándo un monumento a aquellas maravillosas jornadas de fútbol?) en Barcelona. El decisivo Brasil-Italia del 5 de julio de 1982 (2-3 para los europeos) se vivió en Nápoles con gran intensidad según el cortometraje Ritrato di bambino (2002, Gianluca Iodice), con partido callejero entre niños incluido y en la historia que cuenta el protagonista de L’Último Mundial (1999, Antonella Ponziani). Italia venció a los dos conjuntos sudamericanos y pasó a semifinales y a la final, hasta el triunfo final, con un Paolo Rossi, delantero centro azzurro, estelar. Por eso cuando el soldado israelí protagonista, de Cup Final (1991), película de Gmar Gaviya, ve los goles de Paolo Rossi durante su secuestro a manos de unos rebeldes del Líbano, piensa: “Yo tenía que estar allí”. De hecho, este sargento en la reserva planeaba irse de vacaciones a España para ver el Mundial, pero queda atrapado por la guerra. Hasta tenía entradas para la final. Una final que aparece, aunque sea de refilón, al fondo de todos sus problemas, en el televisor de la casa familiar de los personajes de Antonio y Rosario Flores, jóvenes perdidos y sin rumbo en Colegas (Eloy de la Iglesia, 1982), ejemplo dignísimo del cine quinqui de aquellos años en España.

QUE SE BESEN. Por último, la recomendable película chilena Historias de fútbol (1997), de Andrés Wood, narra en una de sus tres historias, la última, cómo los habitantes de una remota isla (Chiloé) del Pacífico chileno se las apañan para intentar ver a su selección en el Mundial de España en tono de comedia. El de Chile entonces fue un fracaso futbolístico, igual que los intentos de los protagonistas por captar imágenes en un vetusto televisor. La película falsea la realidad (Chile tuvo pocas opciones de clasificarse) para que tenga un poco de emoción ese partido que simula ser decisivo en aquel grupo con Argelia, Alemania y Austria. Sí, el del tongo de Gijón (Austria perdió 1-0 con Alemania y se clasificaron los dos en un partido de no agresión y tongo), un que se besen que también hubiese sido muy cinematográfico. La mejor comedia romántica del fútbol.

PD. Y, por supuesto, no podemos olvidarnos del vástago y heredero del marqués de Leguineche en Patrimonio Nacional, pero es que la idea de Luis José (López Vázquez) para el cartel del Mundial de España es tan genial, que necesita un espacio propio en el blog...

ESPAÑA 1982

Campeón: Italia (3-1 a Alemania, RFA).

La estrella: Paolo Rossi, capocannoniere.

La leyenda: Una de las mejores selecciones brasileñas de la historia: alegre, ofensiva, cayó en un grupo con Italia y Argentina en 3 partidos mágicos en el estadio de Sarrià.

EL CINE EN LOS MUNDIALES:

[Uruguay 1930] [Italia 1934] [Francia 1938] [Brasil 1950] [Suiza 1954]

[Suecia 1958] [Chile 1962] [Inglaterra 1966] [México 1970] [Alemania 1974]

[Argentina 1978] [España 1982] [México 1986] [Italia 1990] [EE UU 1994]

[Francia 1998] [Corea y Japón 2002] [Alemania 2006] [Sudáfrica 2010] [Brasil 2014]

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