Carlos Marañón Fútbol y cine
OPINIÓN

El cine en los Mundiales (III): Francia 1938

El cine en los Mundiales (III): Francia 1938
El cine en los Mundiales (III): Francia 1938
El cine en los Mundiales (III): Francia 1938

La sonrisa del mundial. Atención a la foto. El señor de la copa se ríe porque sabe que acaba de liar una muy gorda. Vittorio Pozzo, ese hombre con pinta de organista de la catedral de Milán, que repartía el correo de sus jugadores en la concentración [ver vídeo del NoDo francés al final del texto], y que además de seleccionador era entrenador, psicólogo, padre y hasta ángel de la guarda de Italia entera, se convirtió en la sonrisa del fascismo en el tercer mundial de fútbol de la historia. Y eso que pintaban bastos, los brazos en alto se multiplicaron con la presencia de la Alemania nazi (en el 34 todavía no lucían esvástica) y de la Italia de Mussolini, vigente campeona, y Pozzo, que ya había ganado en 1934, se la jugaba. Si se mira bien la foto, parece una sonrisa de alivio.

Té con fútbol. El del 38 fue el primer Mundial serio de la historia. En 1930 faltaban muchas selecciones europeas y en 1934 Mussolini decidió eliminar toda posibilidad de limpieza en la competición. Sí, Inglaterra no quiso mezclarse con la plebe futbolística hasta 1950, pero en Francia 1938 sólo faltaba España, en plena Guerra Civil. Y sin embargo, ninguna película habla de este Mundial. Hay referencias futbolísticas en Té con Mussolini (Franco Zeffirelli, 1999), donde se ve cómo el calcio ya es el deporte de la Italia fascista antes de la guerra, pero poco más [sigue]. Hubiese sido el Mundial perfecto para un documental político de trasfondo futbolístico: frente a los brazos en alto de los fascismos europeos y la contienda civil española, Francia venía del gobierno de izquierdas revolucionario del Frente Popular, un choque de trenes que se puede vivir en el partido de cuartos de final entre los anfitriones, Francia, y los italianos, de rigurosísimo negro fascista (el árbitro tuvo que ir de blanco) por la coincidencia entre azzurri y bleus. O aún mejor, hubiese sido genial una película exótica sobre la presencia en Francia de dos selecciones extrañísimas: Cuba (que incluso eliminó a Rumanía en octavos de final) y las Antillas Holandesas, que, nadie sabe cómo, se metieron en la fase final.

Carrusel Youtube. El del 38 también fue el primer Mundial serio por otra causa. Hay grabaciones a tutiplén, cada país enviaba sus camarógrafos y se han encontrado piezas en muchas filmotecas. El cine (o la cámara, para ser más precisos) llegó a prácticamente todos los campos. A falta de películas que ficcionen aquel ambiente y esa victoria italiana en buena lid, pueden verse resúmenes de muchos encuentros, incluido el mítico Polonia 5-Brasil 6, que parece una pachanga entre rubios y negros. Pero lo mejor de lo mejor (de lo mucho) que he podido encontrar en Youtube es una recreación de más de 20 minutos de la final entre Hungría e Italia. Hay un trabajo de documentalista, de cineasta amanuense detrás de este filme hecho de retales de diferentes cámaras, con fotografías de detalle, en un montaje espléndido que demuestra que la pasión por el fútbol (esa llegada de los jugadores al estadio le iría genial a la banda sonora de Desafío Total que siempre ha usado Canal+) ya era muy parecida a lo que hoy vivimos. La falsa película empieza en la concentración italiana, capitaneada por el engominado Giuseppe Meazza, con Vittorio Pozzo de cartero, y termina entre almohadillas volando de júbilo, con la sonrisa eterna de un señor que hizo historia. ¡Biopic ya!

EL CINE EN LOS MUNDIALES:

[Uruguay 1930] [Italia 1934] [Francia 1938] [Brasil 1950] [Suiza 1954]

[Suecia 1958] [Chile 1962] [Inglaterra 1966] [México 1970] [Alemania 1974]

[Argentina 1978] [España 1982] [México 1986] [Italia 1990] [EE UU 1994]

[Francia 1998] [Corea y Japón 2002] [Alemania 2006] [Sudáfrica 2010] [Brasil 2014]

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