OPINIÓN

Biba el cine ejpañol (2): En busca del huevo perdido, con las Hurtado

Biba el cine ejpañol (2): En busca del huevo perdido, con las Hurtado
Biba el cine ejpañol (2): En busca del huevo perdido, con las Hurtado
Biba el cine ejpañol (2): En busca del huevo perdido, con las Hurtado

Retomamos nuestro serial Biba el cine ejpañol para repasar lo más florido y granado de nuestro cine patrio para volver con mi subgénero favorito: películas protagonizadas por humoristas de la tele. Y quién dice “humoristas de la tele” dice del Un, dos, tres… responda otra vez. Y es que, antes de que Bigote Arrocet o El dúo Sacapuntas se aventuraran a protagonizar sus cintas, Las Hurtado ya hacían que media España se partiera el culo con sus locuras. O eso debemos de suponer, ya que fueron las primeras en protagonizar su propio filme. Y tras verlo, no podemos sino lamentarnos de la incompetencia de las autoridades sanitarias de este páis: esta película sí que merece una severa advertencia antes de ser consumida, y no el tabaco.

El caso es que las tres hermanas ya eran actrices veteranas, con muchas películas y obras de teatro a sus espaldas. Pero lo del trío de Tacañonas fue el acabose: de repente fueron catapultadas a la categoría de súper estrellas televisivas, con galas por toda España contando los chistes del pueblo de toda la vida. Pero siendo tías. Era el momento de que el trío protagonizara su propia película, cuyo título homenajeaba con poca gracia a la primera aventura de Indiana Jones: En busca del huevo perdido. Y ya os adelantamos que en la película no buscan ningún huevo. Es sólo otra chorrada para hacer gracia.

Biba el cine ejpañol (2): En busca del huevo perdido, con las Hurtado

Tras un par de visionados he sido capaz de extraer el argumento del filme. No ha sido fácil: está enterrado bajo toneladas de diálogos bobos, confusión y chistes del Sr. Barragán. La cinta trata de contar las aventuras del trío de hermanas, unas paletas del pueblo con aspiraciones a vedettes. Entre pedo y pedo de vaca, la madre de las las tres hermanas les consigue una actuación local, que se resuelve con disturbios de sus vecinos, excitadísimos ante los contoneantes bailes de Paloma.

El azar interviene en su vida: un trío de espías norteamericanas, que viajan por España con la tapadera de ser “artistas”, acaba en su pueblo. Las Hurtado, locas por triunfar en Madrid y salir en la tele, les roban la furgoneta y las suplantan. Pero claro, como en realidad son espías, pronto se ven envueltas en una red de espionaje internacional. O algo así: tras unos 40 minutos del segundo pase me tuve que rendir. Avancen hasta el minuto 32:40 y flipen.

Porque la película es un desbarajuste total y lo que les cuento apenas se intuye. No se crean que van a ver acción de ningún tipo: diálogos y más diálogos, interminables, y recitados siempre en tono de grito. Hay una escena en un hospital que dura fácilmente media hora, en la que las Hurtado se hacen pasar por enfermeras que, os aseguro, es una auténtica tortura que pone a prueba al más pintado. Eso sí: chistes de meadas, pedos, pollas y coños, todos los que quieran. Hasta hay un primer plano del chocho de una vaca que es imposible causa risotadas ni al participante más garrulo de Granjero busca esposa.

Biba el cine ejpañol (2): En busca del huevo perdido, con las Hurtado

El momento estrella, el único que me ha parecido realmente gracioso, es aquel en que Paloma interpreta con una tremenda fuerza el tema Quiero que me pegues, que vi en Youtube y me hizo volver a interesarme por la peli. Que sí, va de lo que ustedes están pensando. Una apología del maltrato, desde el punto de vista de la agredida además. Queda claro que, entre lo transgresor de esta canción y el tipo de humor que gastaban las Hurtado, la película debería ser todo un ejemplo de “la paridad” que tanto defienden los elementos más progres. Como todo aquel que tenga amigas que estudiaron en un colegio de monjas sabe, las tías pueden ser tan zafias y brutas como los hombres. O incluso más.

La película es, posiblemente, una de las peores muestras del desganadísimo hacer de su director, Javier Aguirre. Los que crean que las películas de Parchís están hechas para cumplir expediente es que no han visto estas. Aunque Aguirre hizo cosas muy majas durante los 60 y 70, a estas alturas de su carrera se veía obligado a hacer películas para María Jesús y su acordeón, Martes y 13, Torrebruno o Parchís. Y la desgana, tras años de fantaterror y pelis raras es evidente.

El guión del propio Aguirre sólo puede venir de la desgana, la prisa por aprovechar una moda y las ganas de cobrar y llevarse el dinero a casita. Eso sí: como siempre, se rodeó de profesionales de la talla de José Lifante, Rafaela Aparicio, Florinda Chico o Manolo Gómez Bur, que también tenían que comer, claro está. Solo falta algún Ozores, aunque por momentos... ¡Paloma clava el tonillo de Antonio! ¡Es la Ozores femenina!

Biba el cine ejpañol (2): En busca del huevo perdido, con las Hurtado

A Aguirre siempre le interesó más el cine experimental, y declaraba que estas películas las hacía para pagarse sus cortos, de escasísima difusión, donde jugaba a transgredir las reglas (más que escritas, me temo) del cine. "Anti cine", lo llamaba él. Y me da a mí que esta película debería entrar dentro de su filmografía vanguardística.

Por suerte o por desgracia, el trío no volvió a protagonizar otro largo, aunque siguió consechando éxitos en la tele y en las salas de fiesta y ferias comarcales de todo el país hasta ya bien entrados los 90. Para el recuerdo esta película, que seguro que los amigos americanos de Paloma no recuerdan... Las gemelas tienen un negocio por internet más que peculiar. ¿Les habrá pedido alguien que pongan uno de esos marcianísimos marcos al cartel original de la película? Lo dudo mucho.

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