OPINIÓN

Batalla en la alfombra roja: Skins vs. Prims

Batalla en la alfombra roja: Skins vs. Prims
Batalla en la alfombra roja: Skins vs. Prims
Batalla en la alfombra roja: Skins vs. Prims

La guerra se ha desatado sobre la alfombra roja. Se han formado dos bandos: las Skins, decididas a enseñar toda la piel que haga falta; y las Prims, o puritanas, que enseñan lo justo, eligen sólo mostrar una parte del cuerpo (escote, espalda, pierna), pero no todo a la vez.

Como reinas de las Skins están, por supuesto, Beyoncé y Jennifer Lopez, coronadas de por vida tras su aparición en la última MET Gala (Beyoncé, dicen, fue a cambiarse al ver toda la carne que se estaba poniendo en el asador). Según The Hollywood Reporter, que se hace eco esta semana de esta supuesta batalla, en este lado de la alfombra roja también estarían Gwyneth Paltrow, Kate Hudson y Kate Beckinsale. Mientras que al otro lado el mundo de la modestia suele estar representado por Emma Stone, Emma Watson, Carey Mulligan, Jennifer Lawrence…

¿Quién gana en esta batalla? Y más importante, ¿qué se gana, qué está en juego? Según los expertos consultados por The Hollywood Reporter, enseñar unos centímetros más de escote o acortar la falda, conlleva más atención mediática, y por lo tanto, posibles contratos futuros. "Quizá no ganes un contrato de clase A como los de Jennifer Lawrence o Charlize Theron, pero podrías conseguir uno de clase C", dice un publicista poderoso. Como por ejemplo el que ha firmado Selena Gomez con la cadena de supermercados Kmart que le reporta un millón de dólares al año.

Para muchas estrellas, esa atención de la prensa de moda o la prensa sensacionalista "puede ser mejor que nada". Por los millones que ganan al año Beyoncé o la muy pro-Skin, Kim Kardashian, se diría que "el sexo aún vende". Sin embargo, puede que sólo venda para algunas. "Tengo amigos directores de cásting: me siento con ellos y con productores en una habitación y empezamos a buscar fotos de actrices en Google: si salen muchas de ellas medio desnudas, las sacan de la lista", dice un representante de una de las principales agencias de talento a THR. Y otro agente añade: "¿Cuándo fue la última vez que viste a Gwyneth Paltrow o Kate Hudson en un papel serio en una película de clase A? Una carrera moribunda puede ser resucitada por la sexualidad, pero también puede matar una que está viva". [A Gwyneth Paltrow no parece importarle - ver vídeo]

Ése sería el razonamiento que seguirían las Prims, y los equipos que las asesoran. Ahora resulta que el talento es proporcional a la piel que enseñes sobre la alfombra roja. ¿Toman más en serio a las actrices por lo que llevan puesto? Hasta aquí hemos llegado. Por suerte para Gwyneth Paltrow y Kate Hudson les da igual lo que un puñado de directores de cásting y productores piensen de ellas y de lo que deciden ponerse: se han hecho millonarias, precisamente, asesorando a otra gente sobre estilismos y estilos de vida con sus respectivas webs y empresas.

Y, seguramente, la realidad es que Skins y Prims salten de un lado a otro del campo de batalla según lo que la moda marque esa temporada y según ellas se sientan más cómodas. Porque quizá la batalla sea otra, señores poderosos de poderosas agencias y estudios. ¿La razón por la que estas actrices no consiguen sus papeles de clase A no será más bien, como decía Amy Schumer hace poco, que en Hollywood las mujeres llega un día que pierden su "fuckability" (follabilidad)?

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