OPINIÓN

'Argoman': el superman italiano al ataque

'Argoman': el superman italiano al ataque
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'Argoman': el superman italiano al ataque

En el próximo número de Cinemanía, un servidor les ha confeccionado un mapamundi con cine de superhéroes de todo el mundo. Y no podía faltar el cine italiano, líderes de Europa a la hora de entregar cine pop locuelo y colorista.

Los italo-heros de la gran pantalla prosperaron en los 60. Los americanos aún se tomaban el tema a cuchufleta. Superman: The Movie (1978, Richard Donner) aún quedaba lejos, y los turcos aprovecharon a tope esta ausencia en las pantallas. Claro que personajes como los tres supermen, Flashman o Argoman, del que hablaremos hoy, no eran, precisamente, superhéroes al uso. Ni ejemplos de moralidad.

Argoman protagonizó el film Asalto a la corona de Inglaterra (Come rubare la corona d'Inghilterra, 1967, Sergio Grieco) y es un personaje difícil de olvidar. Disponía de un HORTERÍSIMA disfraz amarillo (¡aprende, Lobezno!) y varios superpoderes mentales: telepatía, telequinesis y control de mental.

Pero también tenía una gran debilidad.

Si follaba, perdía los poderes durante 6 horas.

Como lo leéis. ¡Cristian Castro sacó su teoría de los tonos de esta película! Del origen de sus poderes, o la causa de esta debilidad no sabemos nada. Eso sí: a Argoman (Roger Browne) le gustaban mucho, demasiado, las mujeres. A pesar de tener una novieta, nuestro protagonista no duda en encamarse con otra tipa que pasaba por allí, a los 10 minutos de conocerla.

Es, simplemente, el superhéroe más golfo de la historia del cine.

Tampoco es que sus motivaciones para ejercer la justicia sean muy nobles. Argoman siempre pide una recompensa por resolver sus crímenes. Antiguedades de valor incalculable y joyas suelen ser el pago que el mismo se procura como pago a sus servicios. Vamos, que el tío está hecho un picaflinston de cuidado.

'Argoman': el superman italiano al ataque

El supertipo tendrá que derrotar a una malvada megalomaníaca llamada Jenabell, La reina del mundo (la francesa Dominique Boschero). Esta criminal es capaz de robar la corona de Inglaterra, y luego de volverla, solo porque sí. Por vacilar, y sentir como la policía se acojona ante sus poderes. Las autoridades de Inglaterra y Francia, comisarios despistados, piden ayuda al criminólogo Sir Reginald Hoover… identidad secreta de nuestro héroe, claro.

Resulta que la tan Jenabell es la mujer que se ha beneficiado al principio de la peli. Casualidades de la vida. Tras robar la corona, desvalija el Banco de Francia de todo su efectivo: 30.000 millones de francos. Se podría comprar millones de chicles, pero es solo un chantaje para lograr su auténtico objetivo: conseguir un enorme diamante, bajo el poder de las autoridades para fabricar un tremendo láser con el que dominar al mundo.

Pero Argoman se entera de donde tiene su base secreta y, con sus poderes consigue frustrar sus planes una y otra vez. Eso sí: se enfrentará a peligros como una miríada de esbirros gilipollas y un robot chusquero que andaba por ahí haciendo el idiota, posiblemente el más cutrón del cine. Y sí: estoy contando el que sale en La momia azteca vs El robot humano.

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Junto a nuestro héroe está su fiel mayordomo y Samantha (Nadia Marlowa), su bella y cornudísima novia, cuya principal función es distraer a los malos enseñando su ropa interior y dejarse secuestrar por los malos. Si esto os parece machista, esperad a oír frases como “las mujeres no conducen hovecrafts”, y otras lindezas de las cuales está la peli repleta y que harían explotar la cabeza de Barbijaputa.

Los que os quejabais de que “Godzilla sale poco” en el film de Gareth Edwards, os volveríais loquísimos con esta película. Porque Argoman sale poquísimo. Por otra parte, el título de esta propuesta, tanto en español como el italiano original, no resulta especialmente superhéroico. Fijaos en su cartel español: ¡ignora por completo la existencia del súperser!

Y es que esta producción tiene más de cine de “euroespías” que de cualquier otro género. El tal Reginald es una mezcla entre James Bond y Don Draper. Solo que a la hora de dar palos, pues se vista con licra amarilla. Tan respetable como cualquier otra opción.

'Argoman': el superman italiano al ataque

Argoman es un auténtico festival pop bastante mejor que la reputación que tiene. Desde luego: los robots y los efectos especiales son, realmente, lo mínimo que se despacha. Pero la colorista fotografía, diálogos delirantes, el desfile de chicas guapas, decorados horteras y peleas con especialistas pegándose trompazos la hacen más que divertida, incluso para el espectador moderno.

Mención especial para la TREMENDA banda sonora realizada por Piero Umiliani, auténtico sonido Dababadaba que hace palidecer a las melodías de Sor Cirtroen. Absolutamente maravillosa.

A pesar de no funcionar mal en países como España, Argoman no volvió a aventurarse en las pantallas de cine. Quizá el acartonado principal, el factor más débil del film, no llegó a convencer. Los tres Supermen y los agentes secretos son los que se hicieron con el favor del público. Y, ¿sabéis qué? Está bien así. Así nos aseguramos que Argoman vive para siempre en su mundo 60s locuelo y pop, y no tenemos que aguantar remakes oscuros y realista ni nadie explicando su puto origen. Ni falta que hace.

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